Técnica individual de
ataque
Posición básica de
ataque
El jugador de baloncesto o básquetbol debe adoptar
en todo momento una posición adecuada a su formación técnica individual, que le
permita moverse con seguridad y desplazarse por la cancha según la táctica adoptada
por el equipo.
La posición básica de ataque en baloncesto es
conocida por algunos como "posición de triple amenaza" (ya que desde
ella se puede tirar, botar o pasar.
Esta posición permite también proteger
rápidamente el balón si se combina con la acción de pivotar, y se levanta la
pelota separando los codos del cuerpo.
Desplazamientos:
cambios de ritmo, paradas, recepción del balón...
Los cambios de dirección y cambios de ritmos se
hacen también, por supuesto, sin tener la pelota. En ese caso el objetivo es
desmarcarse para poder recibir un pase o facilitar el pase a nuestros
compañeros en condiciones óptimas para encestar o hacer una jugada predefinida.
Dentro de los cambios de dirección, además de
los normales e intuitivos (girando y corriendo hacia otro lado) podemos a su
vez distinguir:
a - Los cambios de dirección pivotando.
b - Los cambios de dirección pasando la pelota por la espalda.
c - Los cambios de dirección pasando la pelota entre las piernas.
b - Los cambios de dirección pasando la pelota por la espalda.
c - Los cambios de dirección pasando la pelota entre las piernas.
Hay dos formas de parar:
UN TIEMPO: También
llamada de salto. Los dos pies hacen contacto en el suelo al mismo tiempo. Es
importante llegar pronto a la posición básica, y por ello al dar el paso
anterior a la parada dejamos el tronco ligeramente retrasado para compensar la
inercia del cuerpo y recobrar rápidamente el equilibrio. Es importante el
concepto de "aterrizar", muy diferente al de "saltar" que
realizan muchos jugadores. El salto que se realiza es hacia delante con poca
elevación, casi a ras de suelo, deslizándose los pies en el momento del
contacto. Es rápida, pero produce más problemas de equilibrio.
DOS TIEMPOS: Primero
entra en contacto un pie con el suelo, compensando la velocidad de traslación,
inclinando el cuerpo hacia atrás. Luego se apoya el otro cargando el peso del
cuerpo sobre él, restableciendo el equilibrio. El pie atrasado debe quedar a la
altura de la mitad del adelantado y conservar entre ellos la anchura de los
hombros, y se debe ir rápido a posición básica.
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